No Ficción
Artículos, Opinión, Entrevistas, Reseñas, Noticias
Cristina Jurado
Una de las parcelas menos conocidas de la literatura es la que concierne a las editoriales, que son la cara oculta de la luna de un mundo en el que autor y obra suelen ser los protagonistas. En su labor desde las trincheras se equiparan en invisibilidad con los agentes literarios, los correctores orto-tipográficos y de estilo, los traductores, y los lectores beta. Pocos libros que merezcan la pena salen a la luz sin su contribución y el suyo es un trabajo que, además de ser bastante desconocido, está poco y mal valorado. Los editores rastrean entre los manuscritos, pelean por adquirir derechos de publicación y traducción, asesoran al escritor para sacar el mayor partido a su obra y lo acompañan en presentaciones y actos de promoción, además de consultar precios de imprentas, maquetadores, ilustradores y diseñadores, organizar antologías, gestionar pagos y cobros, y maniobrar para ofrecer una oferta amplia que satisfaga los intereses de los lectores. En un momento en el que el sector en nuestro país se enfrenta a momentos difíciles, algunos intrépidos alimentan el sueño de producir y publicar obras literarias organizando sellos pequeños que tienen que competir con los grandes grupos o con editoriales icónicas y de probada trayectoria. Y aunque a veces nos despertemos con noticias como las de la desaparición de editoriales emblemáticas de género – véase el caso de Factoría de Ideas-, hay muchos otros en los que nos llegan noticias de la aparición de nuevos sellos: según el informe El sector del libro en España 2013-2015 publicado por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, en 2014 había 3109 editoriales en activo, 23 más que el año anterior (en esta categoría estarían incluidas instituciones educativas, órganos administrativos u organizaciones dependientes de la Administración). A continuación os presento algunas de las editoriales que han surgido en los últimos meses, desafiando la difícil coyuntura, y que se dedican -total o parcialmente- a publicar libros de ciencia ficción, fantasía, terror, y literatura extraña que navega entre esos géneros. Este es un repaso, a vista de pájaro, de aquellas de las que he tenido noticia y que han dispuesto del tiempo para contestar a unas cuantas preguntas. Las he dejado hablar, de ahí la profusión de comillas. No están todas las que son pero, las que están, son. Por riguroso orgen alfabético empezamos por… Antipersona Sello de carácter experimental, Antipersona nace de la labor colaborativa de un colectivo que se inició en el mundo literario a través de los fanzines y que fue evolucionando hasta alcanzar su forma actual, a medio camino entre una editorial pequeña, una comunidad artística y un artefacto de agitación cultural. Para alejarse de los fanzines políticos al uso, y aprovechando la iniciativa de ilustradores que apostaban por la autoedición y el trabajo en común, el sello quería rellenar un hueco vacío. Impulsados por la necesidad de buscar los límites, y fascinados por los márgenes, y buscando cómo traspasarlos, Antipersona explora terrenos desconocidos, apostando por textos que arriesgan de alguna manera. Antipersona se nutre de los contenidos elaborados por el colectivo del que es producto, aunque también están dispuestos a publicar autores con intereses afines. En ocasiones, el colectivo se pone en contacto con los escritores por medio de sus artículos y a través de propuestas de traducción. Otras veces, son los propios autores quienes les presentan sus iniciativas. La editorial no busca un “autor tipo”, sino aquellos que se ajusten a su línea editorial, con escritos que compartan el gusto por la experimentación y por la exploración de los límites. Los primeros títulos de la editorial son Las canciones de los durmientes de Layla Martínez, Polybius de Francisco Jota-Pérez. En breve continuarán con una antología de historias entorno a los crímenes de Alcàsser, que exploran ideas como el asesinato, el rito, el delirio o el sacrificio. En el ámbito de los fanzines, están trabajando en una publicación sobre las relaciones de dominación dentro de la familia,y otra sobre las órdenes de caballería de mujeres. La voz de este proyecto la pone Layla Martínez, una de las editoras, y sobre la situación del sector en España opina que: “Creemos que se están haciendo cosas muy interesantes, que hay editoriales haciendo un gran curro en géneros muy distintos. Nos interesan sobre todo las editoriales independientes, las grandes apenas las seguimos. Salvo alguna excepción no nos suele interesar mucho su línea editorial. Seguimos de cerca a La Felguera, a Pepitas de calabaza, a Alpha Decay, a Cabaret Voltaire, a Nevsky, a Valdemar, a Dirty Works, a Materia Oscura. Quizá echamos de menos que haya más traducciones fuera de los autores consolidados o del formato best seller. Hay obras muy buenas que no llegan, sobre todo en cuanto te sales del ámbito anglosajón y occidental. Sabemos que muchas veces es complicado para las editoriales pequeñas, pero creemos que hay caminos interesantes por ahí.“ Apache Libros Situada en la localidad madrileña de Collado Villalba, esta editorial independiente surge después de que sus responsables trabajaran durante veinte años en el mundo editorial convencional. El objetivo de este sello es el de convertirse en una referencia en el terreno de la ciencia ficción y el terror en nuestro país, con una comunidad lectora alrededor que sea capaz de aportar crítica y debate, porque entienden que su labor editorial se basa en la interacción entre autores y lectores. Entre sus señas de identidad destacan: la interacción con el público a través de ferias temáticas, convenciones y encuentros culturales; el protagonismo que conceden a los autores; y su capacidad para estar atentos a las recomendaciones de su entorno. Asimismo, dicen prestar gran atención a las portadas de sus libros, realizadas por sus propios ilustradores. El editor José Luis del Río Fortich revela que Apache Libros centra su atención tanto en autores españoles de ciencia ficción y terror, como en autores clásicos de la literatura gótica. “Creemos que la literatura de género española está en auge y que los autores ofrecen una perspectiva única y diferente”, señala del Río Fortich, quien añade que “existe un desconocimiento de la literatura clásica gótica. Los jóvenes lectores desconocen a estos autores y, cuando los descubren, quedan fascinados por sus temáticas y manera de escribir.” Actualmente están inmersos en la publicación de sus primeros títulos: tres obras de ciencia ficción (Ecos del futuro y otros relatos de Vicente Hernándiz, Los viajes de Jim de Tony Jim JR., y El ojo de Dios de David Luna); dos de literatura gótica (las antologías Diabólica tentación y Los no muertos); y uno de narrativa latinoamericana (Los reyes de la fiesta y otros relatos con cierto humor de Fernando Sorrentino). Quieren vertebrar la editorial alrededor de la colección de ciencia ficción, por lo que van a incorporar varios títulos de autores conocidos, como Leonardo Ropero y sus Ángeles de Titanio (Finalista al premio Minotauro). Inaugurarán una colección de terror con la obra La guarida de Jaime Blanch y José María Ferreira, y una de ensayos sobre cultura popular con 100 Comics!!! de Lluis Ferrer Ferrer y la adaptación de la tesis de Cristina Martínez con el nombre La cultura friki en España. En el terreno de los libros ilustrados, van a editar un libro dedicado a la trayectoria del artista Juapi, y publicarán sus novelas góticas en formato ilustrado, comenzando por Los crímenes de la calle Morgue. Sobre la situación de la edición de género, del Río Fortich comenta que “personalmente, creo que muchas de las añoradas editoriales han desaparecido por su inversión en derechos de autor internacionales, los costes de traducción y unas ediciones que superaban notablemente las exigencias del mercado. […] Antes las editoriales tenían diversos departamentos que realizaban todo el proceso del libro. Ahora, en mi opinión, deben ser externalizados”. Con respecto a la autoedición, señala que “la autoedición se debe distinguir de las empresas de autoedición. Amazon da un servicio increíble a los autores que se autoeditan y que no trabajan con editoriales. […] El autor gana en independencia pero pierde el valor añadido de publicar en una editorial. Las empresas de autoedición son meras imprentas que obvian todo trabajo editorial. Proliferan porque los autores desconocen el funcionamiento del mundo editorial y por las capacidades comerciales de estos editores. Pese a ser tachado de soñador, creo que la labor de editor es fundamental y que, pese a quien le pese, el mundo editorial no está muerto.” Cazador de Ratas Hace un año que la narradora, poetisa y editora gaditana Carmen Moreno decidió abrir un sello independiente en el que pudiera desplegar su experiencia editorial y literaria. Su nombre, Cazador de Ratas, que se interesa por los autores que presentan una alta calidad literaria, algo que no siempre sucede en el mercado. Como afirma la propia editora: “De hecho, una vez, hablando con un librero, me dijo que sólo había dos formas de hacer esto: apostando por la calidad o apostando por las ventas. Nosotros somos de los idiotas o los románticos que apostamos por lo primero.” Además de sus labores como editorial, el sello ofrece servicios de realización de informes literarios y correcciones orto-tipográficas y de estilo. Para hacer realidad su proyecto han armado un catálogo con diversas colecciones que abarcan desde la novela negra a la ciencia ficción y el terror, el ensayo y la narrativa breve, pasando por la poesía y la novela gráfica. Entre los autores que ha publicado se encuentran Elia Barceló, María Zaragoza, Juan Guinot, Mauricio José Schwarz, Iñaki Echeverría, Esteban Castroman, Gabriela Cabezón, Antonio Sachs, Relda, Tatiana Goransky, Eduardo Cruz Acillona, Miguel Baquero, Juan Ramón Biedma y todos los que hicieron posible la antología Los Irregulares (Juan Guinot, Mercedes Rosende, Kike Ferrari, Rodolfo Santullo, Alejandro Castroguer, María Zaragoza, Cristina Jurado, Daniel Pérez Navarro, Elia Barceló, Ángel Olgoso y Lem Ryam). Actualmente se hallan inmersos en la publicación de Ya vendrán tiempos peores de José Landi Gragera, una mezcla entre sátira y crónica social sobre los años 80. En los próximos meses van a lanzar obras escritas por Miguel Aguerralde, Juande Garduño o Daniel Espinosa, entre otros. Moreno afirma que lo que diferencia a Cazador de Ratas de otras editoriales, “Seguramente la fe y las ganas que le ponemos, pero si le preguntas a otra editorial te dirá que ellos también. Creo que todos los que nos dedicamos a esto lo hacemos por amor a la literatura. Intenta[mos] sobrevivir en uno de los mercados más competitivos, exigentes y extraños que existen.” Dilantando Mentes Además de ser pareja, José Ángel de Dios García y Maite Aranda Morata forman el binomio que está detrás de Dilatando Mentes, un proyecto editorial que pretende rescatar para el lector el gusto por la literatura. En palabras de José Ángel: “apelamos a que el lector descubra que un libro es algo más que una sucesión de páginas escritas: que (re)descubra la gran experiencia que es sumergirse en un libro y bucear en su interior.” Dilatando Mentes tiene como objetivo convencer al lector para que salga de su zona de confort, despertando su curiosidad, mediante la publicación de una amplia paleta de obras encuadradas dentro del género fantástico: desde la ciencia ficción al terror, pasando por la fantasía y la novela juvenil. La editorial está convencida de que lo que les diferencia del resto es el cuidado y la atención que ponen en la elaboración de cada uno de los títulos de su catálogo, que completan con varios extras: un prólogo, un ensayo sobre la obra, unas ilustraciones; una playlist para complementar la experiencia de lectura; un marca-páginas; una serie de postales para todos aquellos que compren cada libro directamente en su página web, y una sección gráfica que ayude al lector a comprender el contexto social e histórico en el que la obra se gestó. Dilantando Mentes está abierta a autores nacionales e internacionales, establecidos o noveles, con el único requisito de que sepan transmitir a través de su escritura. Acaban de sacar al mercado Los Cantos de Maldoror, del Conde de Lautréamont y, a corto plazo, tienen planeados los lanzamientos de: una historia de terror fantasmal, a cargo del malagueño Tony Jiménez y titulada El que se esconde; y una obra de fantasía gótica con toques de ciencia ficción del autor británico Richard Calder, bajo el nombre de Babilonia. Antes del verano tienen pensado publicar una novela juvenil, para invitar a los más jóvenes a leer durante su periodo vacacional estival, una fórmula que les gustaría repetir de cara a las Navidades próximas. Después del verano van a apostar por más terror nacional, fantasía anglosajona, ciencia-ficción militar escandinava y más literatura juvenil. Para José Ángel de Dios García, “El panorama cultural, hablando en general, en nuestro país es bastante descorazonador, la verdad. Algunos de los libros más vendidos son obra de gente que no tiene nada que ver en el mundo de la literatura; son estrellas televisivas que aprovechan su notoriedad para hacer caja. Creemos que hay muchas voces anónimas que merecen ser escuchadas, que hay muchos escritores, ajenos a modas que requieren nuestra atención tanto o más que autores superventas ya consagrados. Si algo hemos podido comprobar en el escaso tiempo de vida de la editorial, poco más de un mes, es que hay mucho talento y muchas ideas en nuestro país (hemos recibido en este mes 42 manuscritos), y estas deben ser tenidas en cuenta y, por lo menos, escuchadas. […] De unos años para acá, pequeñas editoriales (cuando no micro, como la nuestra) han hecho acto de presencia para darles a los aficionados al género nuevas visiones y ojalá que no falten y podamos disfrutar muchos, muchos años de buenas y variadas lecturas.” Editorial Café con Leche Microeditorial dedicada a la que fantasía, a la literatura erótica, y a la mezcla de ambos géneros (la fantasía erótica), Café con Leche trata de “aportar frescura a un panorama literario bastante cerrado a autores o temáticas novedosas”, como reconoce su editora Diana Gutiérrez. Esta iniciativa surge cuando un grupo de autores se da cuenta de que cuenta con las herramientas necesarias para comenzar una andadura dedicada a la edición literaria, desde una perspectiva alternativa de lo fantástico: están comprometidos con sacar a la luz historias con protagonistas femeninas que tengan algo que decir. En un primer momento, Café con Leche ha querido apoyar a los autores noveles en castellano, pero no descartan ampliar su catálogo con traducciones de títulos en otros idiomas. La editorial está actualmente centrada en una colección de novelettes que van a publicar primero como ebooks, para recopilar más tarde en varios volúmenes en formato físico (Horizonte rojo de Rocío Vega es la primera). Ya han publicado una antología dedicada a la teriantropía, Instinto animal: quince historias de lobas y cambiaformas, y otra de relatos eróticos, Cuando calienta el sol, diez historias eróticas para remojarse. Inmersos en la edición de una novela de piratas que mezcla erotismo, acción y aventuras, se encuentran negociando los derechos de una colección de erótica para hipsters y, por último, están preparando abrir líneas de no ficción y ampliar su distribución. Sobre la situación que vive el mercado Diana Gutiérrez comenta que “hay demasiada cantidad y no siempre suficiente calidad, aunque las editoriales independientes que han surgido en la última década hacen un trabajo impecable. En general, creo que hay bastante miedo a experimentar, pero porque el mercado es realmente muy pequeño y conservador. Si logramos poner de nuestro lado al lector, convencernos de que el libro electrónico no es una amenaza sino una oportunidad y arriesgar con propuestas distintas e interesantes, alcanzaremos una madurez como mercado.” Ediciones El Transbordador Esta iniciativa nació en la segunda fase de una alternativa de autoempleo que primero arrancó motores –nunca mejor dicho- de la mano de una librería de segunda mano especializada en ciencia ficción, fantasía, terror y aventuras Hombrecillos Verdes. Con un punto de venta en Málaga dentro de Play Planet Coffee & Shop (cafetería dedicada a los juegos de mesa), la librería evolucionó poco a poco hacia un modelo online. La editorial surgió a posteriori, cuando la librería comenzó a vender libros nuevos de otras editoriales independientes. Su editora Pilar Márquez explica que su objetivo “es, en primer lugar, mantener todos los equilibrios necesarios para que la ruta de El Transbordador siga, constante, hacia buen puerto. Es un proyecto tremendamente personal y visceral.” A El Transbordador le interesa trabajar con autores con quienes sintonizan a nivel literario y humano, creadores con una marcada personalidad que proponen obras que destacan con respecto al resto. La editorial entiende que comparte espacio con otras iniciativas independientes, lo que provoca las lógicas coincidencias en muchos aspectos de su labor, pero está convencida de que cada sello lleva aparejado una impronta exclusiva que se deja sentir en todo su catálogo. Para este sello se trata de una cadena de valores, desde un profundo respeto por el trabajo y que valora como se merece, hasta una actitud humilde, una ética del trabajo, un afán por ser constante y preocuparse por los detalles, aspirando a una perfección editorial. En resumen, la marca de El Transbordador quiere ser sinónimo de profesionalidad. Tras la inclasificable Ciudad de Heridas de Miguel Córdoba, la editorial tiene previsto publicar Supermalia, una antología de dieciséis héroes y villanos coordinada por Montiel de Arnáiz con ilustraciones a color. Acaban de recoger de la imprenta Deriva de Magín Méndez, que mezcla la ciencia ficción soft con la tradición de aventuras marítimas, y ya están pensando en editar una colección de relatos de Carlos Almira, centrados en el incumplimiento o violación de las Leyes del Universo. Para el resto del 2016 van a apostar por obras de Tony Jiménez (conocido por su nominación al Premio Nocte a la Mejor Novela Nacional 2015), Juan Antonio Fernández Madrigal (finalista de los premios Ignotus) o Alberto Moreno Fernández (autor publicado anteriormente con Espiral Ciencia Ficción), además de dejar espacio para algún proyecto sorpresa. Márquez augura un aumento del dinamismo en el sector: “Desde nuestra humilde visión de recién llegados parece que se percibe un mundo en plena ebullición: la sensación es que nacen editoriales con bastante frecuencia, que parece que hay gente que apuesta por seguir sus sueños, y esto nos encanta. También es cierto que no es oro todo lo que reluce y que hay que trabajar mucho y ser constantes para que luego el producto que ofrezcas sea de calidad. En cualquier caso, cada nacimiento de una nueva editorial nos parece una gran noticia, y estamos trabando muy buenas amistades con compañeros que creen, como nosotros, que en este mundo (como en la vida) hay que tender la mano, no poner zancadillas. Es un gusto dar con gente generosa de la que puedes aprender.” Esdrújula Ediciones Nacida en Granada a comienzos de 2015 de la mano de Mariana Lozano y Victor Miguel Gallardo Barragán, Esdrújula Ediciones es una editorial generalista que ha hecho de la poesía su abanderada, sin dejar de lado la novela, el libro infantil, la literatura juvenil, el ensayo e incluso la narrativa corta. Sus editores, que suman más de quince años de experiencia en el mundo editorial, se decidieron a fundar una empresa que les permitiera publicar libros al público más amplio posible. Como nota diferenciadora, Esdrújula Ediciones pone especial énfasis en la labor del corrector profesional, y publica todas sus obras simultáneamente en papel y en formato digital sin DRMs. Según sus editores, no se trata solo de realizar una labor de edición de calidad sino de crear un tejido cultural, por lo que se buscan autores que se impliquen, además de involucrarse en la organización de congresos y actos culturales. También ofrecen servicios editoriales a empresas y particulares a través de Dialéctica Ediciones, un proyecto hermano y paralelo. La editorial estará presente en las próximas ferias del libro de Madrid y de Granada y en abril celebran su primer año de andadura como “editorial del mes” en unas sesenta librerías de todo el territorio nacional, regalando un libro hecho para la ocasión a todos los que adquieran algún título de su catálogo (más material promocional que han diseñado ex profeso). Asimismo, se les va a dedicar un día entero en el Festival Internacional de Poesía de Granada. Se encuentran inmersos en la preparación de varios libros, incluyendo traducciones del francés, ya que tienen la intención de que su catálogo incorpore autores francófonos, tanto europeos como africanos. También tienen como objetivo abrir las puertas de la literatura griega contemporánea en nuestro país. “La industria editorial está tan mal como cualquier otra en este país,” explica Gallardo sobre la situación del sector y añade que, “a la crisis general hay que añadir el ingreso de las nuevas tecnologías […] Los que vivimos del libro también lo hemos notado. No estoy hablando tanto de la sustitución del libro en papel por el formato electrónico (algo que no creo que esté ni cerca de suceder en nuestro país, aunque no dudo que algún día será mayoritario) como del cambio de hábitos de compra. He hablado con varios distribuidores y tienen auténtico pánico a plataformas como Amazon. Los libreros, en cambio, tienen más miedo a las grandes superficies y a las cadenas de librerías. Los editores… bueno, creo que los editores pequeños como nosotros no tenemos miedo a nada. Si no, no estaríamos en esto. Hay que ser un poco kamikaze para meterse en estos berenjenales, pero en vez de usar esa palabra preferiría que os refirierais a mí como “un romántico”. En serio, me haría ilusión.” Huts Editorial Se define como una editorial-brote que ha germinado en Lakabe, una ecoaldea del Pirineo navarro fundada por tres socios. Esta iniciativa quiere ofrecer un vehículo de publicación para aquellas obras que buscan inspirar otros mundos posibles, “mundos que hablen de la belleza, de la transformación social, de las ideas no ordinarias, de la fantasía y de la imaginación”, como señala Arkaitz León Muela, uno de los editores. Huts confía que ese objetivo social y artístico se puede alcanzar a través de las creaciones de diversos géneros. Por ello se han lanzado a la búsqueda de autores cuyas obras compartan esta idea que, a pesar de su amplitud, consideran abarcable. Para diferenciarse, Huts está dispuesta a quebrantar las fronteras entre los géneros, invirtiendo la tendencia de las grandes editoriales que apuestan por sellos especializados para cada género y de las empresas pequeñas e independientes que se centran en contenidos muy concretos. Intentan apelar al lector ofreciendo, precisamente, publicaciones diversas unidas por un mismo objetivo. A pesar de su ambición, la editorial piensa desarrollar colecciones que permitan al lector identificar los libros de su catálogo. Tomando el binomio ilustración-palabra como base de su proyecto, han diseñado dos colecciones dedicadas a la narrativa crítica, por un lado, y al libro-objeto, por otro. En la primera colección tienen la intención de publicar novelas, dentro de cualquier subgénero, siempre que se ajusten al espíritu de la editorial y a la intención de la colección. En la segunda tendrán cabida obras “que aporten un toque de color, centrado especialmente en la belleza, y con la misma premisa de adaptarse a la línea editorial”, según León Muela. Actualmente están trabajando en la publicación de sus dos primeros libros: La poesía de los árboles, de Ignacio Abella y Leticia Ruifernández, una antología de poesía con ilustraciones; y Un pueblo perdido de Arkaitz León Muela, una novela de fantasía que explora la realidad actual del reparto y explotación de los recursos naturales. “[La actual es] una época de cambios”, afirma León Muela. “La gente sigue apostando por los libros, y eso me tranquiliza. Sí, está el libro electrónico por ahí, amenazando con la era de la total digitalización; y sí, también se dice que la gente lee menos, que España es uno de los países de Europa que menos lee... Pero el libro de papel no cae, muchas pequeñas editoriales encuentran un lugar en el mercado y casi todas dan rienda suelta a su creatividad, y se esfuerzan para publicar contenidos realmente interesantes. Y miles de autores y autoras crean, día a día, nuevas obras de arte. Es cierto que lo difícil es conseguir vender esas obras, pero creo que las pequeñas editoriales seguiremos luchando por hacernos visibles y que la gente pueda apostar por nosotros. Ponemos nuestra esperanza en que los grandes grupos editoriales no lo abarquen todo. Creemos que lo pequeño cabe y tiene un lugar; esa indagación nos interesa hacer también desde Huts.” Licenciado Vidriera Esta joven empresa está enfocada a la coedición y la autoedición, ofreciendo los servicios necesarios para que cualquier autor publique su obra de forma profesional. Licenciado Vidriera se ocupa de elaborar informes de lectura, de diseñar, maquetar, y realizar los trámites legales (ISBN, Depósito Legal, etc), de distribuir la obra a través de librerías y de su propia tienda online, de acompañar y preparar al autor en la presentación del libro en su ciudad, y de asesorarle en cómo gestionar las redes sociales. La editorial opta por tiradas modestas pero no descarta ningún género, incluido la poesía. Carmen Moreno, una de las editoras, explica que el sello está interesado en “autores que tienen posibilidades, pero no han tenido suerte con las editoriales tradicionales y proyectos interesantes que se salen de los estándares”. “Es muy complicado tirar para adelante con una editorial en España. El mercado está patas arriba, la legislación vigente deja a las editoriales desprotegidas. Si quieres ser editorial, es que no has pensado en ganar dinero”, opina Moreno sobre el panorama del sector en nuestro país. Actualmente la editorial cuenta con dos títulos en su catálogo: Sherlock Holmes y las sombras de WhitechapelI de Carmen Moreno, una novela financiada a través de una exitosa campaña de micro-mecenazgo; y Felicidades por tanto de Eduardo Cruz Arcillona, con ilustraciones de María Carmona. De cara a los próximos meses, la editorial está valorando la posibilidad de adentrarse en una vertiente de negocio poco explorada en España, aunque se muestra reacia a revelar más detalles al respecto. Meracovia Más que una editorial, “Meracovia” es definida por sus responsables como un lugar del inconsciente colectivo que sirve como punto de encuentro de las historias pasadas, presentes y futuras. Esta iniciativa trabaja para recuperar obras clásicas contemporáneas, sin dejar de ofrecer oportunidades a los autores jóvenes. Meracovia se dirige a lectores con alma joven a través de propuestas sencillas y claras. Al concebir la lectura como una fuente de entretenimiento, apuestan por los clásicos contemporáneos que mejor se ajusten a esta idea, así como por los autores noveles actuales que la compartan. En principio no descartan ningún género con tal de que las historias sean interesantes y alcancen unas condiciones mínimas de calidad narrativa. Su catálogo se ha inaugurado con Frankenstein o el moderno Prometeo de Mary Shelley en la colección Belvedere), Un pavo rosa (Acto I) de Diana Gutiérrez y El repicar monótono del agua de Sergio Mira, ambos en la colección Limbus. Esta misma colección crecerá a finales de mayo con Sad y el clan de los medio muertos de Carlo Deffenu (autor sardo que ha publicado con Watson edizioni Il clan dei cari estinti, y cuyos derechos ha comprado Meracovia para su edición en español) y el icónico Otra vuelta de tuerca de Henry James en la colección Belvedere. La editora Vicenta Sánchez describe el panorama editorial nacional como complicado: “Es cierto que se ha recuperado algo en 2014 y 2015. Aunque el diagnóstico es preocupante, considero que el pronóstico es bueno. Está en las manos de las pequeñas editoriales darle un giro, creando las bases para hacer del mercado literario independiente español algo potencialmente beneficioso y que de ello se puedan beneficiar todos los agentes que él concurren.” Orciny Press Se define como una microeditorial independiente y auto-distribuida que tiene en el punto de mira a la ficción especulativa transgresora que crece en las zonas limítrofes entre los géneros, al género bizarro, y a aquellas obras invisibles que ellos consideran que deberían dejar de serlo. Su editor Hugo Camacho explica cuál es el elemento diferenciador de esta editorial: “Una de las cosas que nos diferencia es nuestra colección Midian, en la que, como te decía más arriba, estamos publicando obras de bizarro. Este género se podría definir como el hermano gamberro del New Weird, o como la sección de culto del videoclub convertida en literatura. En cuanto a los autores de aquí que publicamos, nos interesan trabajos que nos pongan en aprietos a la hora de definirlos y que vayan un poco más allá en su exploración de la literatura de género. Un ejemplo es El final del duelo de Alejandro Marcos Ortega: es una historia ambientada en un mundo en el que la magia es un deporte, y uno de estos magos-deportistas quiere descubrir quién y por qué mató a su padre. Tiene una trama negra y combates mágicos que recuerdan mucho al manga y al anime, pero está narrada en segunda persona y con un tono intimista que te descoloca por completo.” A la caza de autores con voces únicas, Orciny Press quiere servir de amplificador de una creación literaria diferente, tanto en el fondo como en la forma. Tiene como objetivo ofrecer una oportunidad a autores que arriesgan, porque entiende la edición independiente como un ejercicio en el que se desafía lo establecido, la única manera con la que se puede competir contra las grandes editoriales. Entre sus planes inmediatos está publicar La casa de arenas movedizas de Carlton Mellick III, “instigador del movimiento bizarro” como dice Camacho, un género por el que apuestan con Skullcrack City de Jeremy Robert Johnson. Asimismo van editar dos novelas del autor catalán Manuel de Pedrolo, consideradas demasiado experimentales en su época pero que la editorial piensa que los lectores actuales sabrán valorar. Sobre el estado del género en España, Camacho es pesimista ante la coyuntura actual: ”En un país con tanto paro o en el que muchos de nuestros lectores potenciales se han tenido que largar cuesta mucho vender cualquier cosa, y los libros empiezan a ser un artículo de lujo.” Sin embargo se muestra esperanzado ante la cantidad de pequeñas editoriales que están surgiendo y que están dinamizando el sector. En cuanto a la llamada burbuja editorial y a la gran rotación de libros en los puntos de venta piensa que “acabará habiendo dos tipos distintos de edición: Habrá editoriales que vendan en grandes superficies para un cierto tipo de público; y luego habrá otras que venderán en las pequeñas librerías que traten con mimo los fondos editoriales y consigan sobrevivir si saben adaptarse al cambio. Lo cierto es que estamos en una época en la que los editores pequeños nos tenemos que ganar a los lectores uno a uno y mancharnos en las trincheras porque a casa no nos van a venir a comprar los libros.” Pulpería Pulpería se define como una comisión editorial del colectivo feminista Sisterhood, que tiene como objetivo visibilizar el trabajo de las mujeres escritoras dentro de la literatura popular de género, ya sea fantástico, terror, romántico, ciencia ficción, etc. Con esa intención el colectivo ha proyectado una colección de novelas breves de contenido pop y perspectiva feminista. Una de las integrantes del colectivo explica en su nombre que “Pulpería viene de un juego de palabras con el pulp, un subgénero del que disfrutamos como lectoras, en el que queremos que el feminismo ocupe el espacio que se merece. La ficción literaria popular es un ámbito por lo general bastante reticente a la incorporación de voces insumisas con las convenciones patriarcales. Nos preocupa que estas convenciones aún son asimiladas por algunos autores y público como parte de la esencia del género; por eso nuestra aspiración en Pulpería es contribuir cambiarlas, hacerlas más flexibles e integrar voces y discursos que aporten mayor diversidad en el panorama editorial.” La labor de Pulpería se entrelaza con la del activismo, por lo que su posición se acerca más a la de la autoedición y creación de fanzines que al sector editorial tradicional. Por ello el colectivo se ha asociado con la editorial Ofegabous, aprovechando la experiencia y los conocimientos de sus profesionales. Pulpería está abierta a aquellas autoras que aporten una perspectiva feminista a sus historias, privilegiando a los personajes femeninos activos, con “un discurso sea empoderador y que alteren de alguna forma los roles tradicionales que por desgracia aún son dominantes en la literatura de género”, aclara Jiménez. El colectivo está centrado ahora en las labores de producción del primer título de la colección, de la mano de la escritora Cristina Jurado y la ilustradora Ana Galvañ, desde la presentación a los puntos y formas de distribución. “Ahora nos sumergiremos en tareas de “producción”: pensar cómo queremos que sea la presentación, puntos y forma de distribución… Todos los asuntos que van más allá del libro y son muy nuevos para nosotras por ser recién llegadas a esto, pero que abordamos con mucha ilusión. Ya tenemos unos cuantos textos listos para seguir editando, pero nos interesa tanto el proceso como los resultados y queremos ir paso a paso para aprender de nuestros aciertos y errores para las siguientes entregas”, declara la portavoz del grupo. Ronin Literario Dos amigos que comparten su pasión por la literatura y, en particular, por ciertos géneros minoritarios, han sido los artífices de Ronin Literario, cuya intención es la de recuperar géneros típicos del cine (artes marciales, biker, western, chambara, etc) y adaptarlos al formato literario, respetando los tempos propios del audiovisual. Esta editorial independiente pone el acento en el trabajo y el honor, los dos pilares sobre los que se construye su particular manera de entender la labor editorial. “En Ronin Literario acogemos a cualquier autor que tenga ganas de perfeccionar su obra. Nuestra intención es guiar a los escritores ofreciéndoles todas las herramientas y conocimientos que tenemos a nuestro alcance, siempre intentando respetar su propia marca personal”, afirma el editor David Tourón. La editorial apuesta por autores que cuenten historias de acción y aventura, capaces de marcar un ritmo narrativo alto. También tienen en cuenta la forma en la que los escritores se desenvuelven de cara a las redes sociales, a través de las cuales los creadores pueden acercarse y relacionarse directamente con los lectores. Ronin Literario tiene previsto poner a disposición del público dos nuevas Series Literarias, novelas cortas en formato digital, que se publican mediante entregas semanales, un proyecto que vertebra su actividad. Está ultimando una obra homenaje a la ficción samurai (chambara), El hombre sin nombre, que incluirá tres novelas cortas de Carlos Bassas del Rey, Víctor Blanco y Alexander Páez y que tendrán como hilo conductor a un mismo personaje, un samurai sin amo. Por otro lado ha convocado la antología Historia de un revólver, que rinde culto a la figura de Sergio Leone. El director italiano de westerns tuvo la idea de crear una serie, Colt, que narraría las aventuras de un revólver en el oeste americano a través de las vicisitudes de sus dueños “Por desgracia, la literatura de género ha sido denostada a un segundo plano en el mundo literario, siendo calificada en ocasiones como literatura de segunda. Este trato no es justo ya que hay editoriales que se esfuerzan en tratar muy bien el género. Sabemos que no somos los únicos que van a luchar esta batalla, hay muchos que llevan haciéndolo durante no pocos años. Desde Ronin Literario venimos a sumar nuestras espadas, y esperamos contribuir a echar abajo ese prejuicio al ofrecer una literatura atractiva y amena, pero con calidad literaria” declara David Tourón al ser preguntado por la situación del género en nuestro país. Sven Jorgensen Si hay una editorial reciente que apuesta por los libros inauditos, como ellos mismos reconocen en su página web, es Sven Jorgensen. Interesada en promover las voces nuevas sin preocuparse por la trayectoria de los autores, este sello da una gran importancia a la apariencia del libro y, por ello, no teme experimentar con las tipografías ni los grafismos. “Para Jorgensen son mejores los materiales de la novela que la estructura que la conforma” afirma Ricard Millàs, su editor, quien añade que “la conjunción de estética y narrativa es lo que nos gusta ofrecer.” Precisamente es esa preocupación por el libro como objeto y sujeto artísticos lo que diferencia a esta editorial de otras. Sus portadas reflejan esta obsesión, con diseños muy pensados y alejados de lo que suele ser habitual. Entienden la importancia de la cubierta como forma de reclamo y como aspecto que dirige las ventas. La editorial también se interesa por autores insólitos. “No entendemos por qué muchos autores de género tienen que escribir igual. En España se arriesga poco y el mundo de los libros no es una excepción. Para leer sucedáneos de Stephen King, leemos a Stephen King” explica Millàs. Recientemente han reeditado La hamburguesa humana del propio Millàs, y acaban de lanzar La carne no está en venta: Génesis la primera entrega de una saga que, como la obra precedente, se enmarca dentro de la temática zombi pero desde una perspectiva distinta a las novelas propuestas por otros sellos. En breve publicarán Apocalipsis, la segunda y última parte de La carne no está en venta. Con respecto a la situación de las editoriales en nuestro país, Ricard Millàs observa la vinculación de autores y editoriales en pequeñas comunidades con intereses comunes: “Veo grupitos en lo literario, veo editoriales que usan escusas extrañas para rechazar a autores poco conocidos, veo que cuesta entrar en los circuitos si no eres amigo de X y también veo editores como Enrique Murillo, que aman lo que hacen y apuestan por lecturas interesantes. Veo a escritores como Francisco J. Pérez que arriesgan en lo que hacen y tratan de construir voces nuevas, veo editoriales jóvenes que a pesar de no tener distribución, tratan de llegar lo más lejos posible. Veo muchas cosas y trato de hacer mi camino como editor y escritor. En cuanto a la pregunta, bueno, no tengo la perspectiva suficiente para ver el panorama editorial de todo el país, pero sí que veo que las nuevas maneras de hacer las cosas indican valentía y que las normas las escribe uno a medida que avanza.”
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Cristina Jurado
El nombre de Servando Rocha (Santa Cruz de la Palma, 1974) lleva dos décadas asociado a la literatura y al periodismo. La memoria de Internet no se pone de acuerdo y le atribuye algo aparentemente contradictorio: ser al mismo tiempo activista cultural y contracultural. Preocuparse por revelar las historias incómodas, desconocidas para la mayoría, que no se ajustan a los parámetros de las convenciones sociales, aquellas que cuestionan los valores dominantes, o que afectan a colectivos marginales, alejados de los centros de poder, producen ese curioso efecto que invitan a preguntarnos: ¿qué es realmente la cultura? Rocha es un agitador de conciencias, como lo muestra su trayectoria como ensayista, articulista y editor al frente de editorial La Felguera. Buceando en los recovecos de la Historia, es capaz de encontrar los puntos ciegos y la paja en el ojo propio, los acontecimientos que chirrían y los personajes desubicados. Por ello, los títulos que pueblan su trayectoria profesional son inusuales y provocativos. El canario es autor de El Ejército Negro. Un bestiario oculto de América (La Felguera Editores, 2015); Nada es verdad, todo está permitido. El día que Kurt Cobain conoció a William Burroughs (Alpha Decay, 2014); La Facción Caníbal. Historia del Vandalismo Ilustrado (La Felguera Editores, 2012); Mirad a vuestros verdugos (La Felguera Ediciones, 2009); Agotados de esperar el fin. Subculturas, estéticas y políticas del desecho (Virus Editorial, 2008); Historia de un incendio. Arte y revolución en los tiempos salvajes: de la Comuna de París al advenimiento del punk (La Felguera Ediciones, 2006); Los días de furia. Contracultura y lucha armada en los Estados Unidos (1960-1985). De los Weathermen, John Sinclair y los Yippies al Black Panthers Party y los Motherfuckers (La Felguera Ediciones, 2004). SuperSonic ha tenido la posibilidad de entrevistarlo en un intercambio epistolar que se ha desarrollado durante varios días y éste que vais a leer es el resultado final. Queremos agradecerle desde aquí su disposición a la hora de concedernos parte de su tiempo y la generosidad de sus respuestas. Cristina Jurado: ¿De dónde viene el nombre de La Felguera? ¿Por qué llamar a una editorial con el nombre de un pueblo asturiano? Servando Rocha: Pocas personas saben que este proyecto comenzó en 1996 y que entonces éramos parte de todo un movimiento centrado en el mundo de la insurrección política, los fanzines y la autogestión. En 1934, en la cuenca minera y, especialmente, en lugares como La Felguera, hubo un levantamiento y durante un tiempo se vivió bajo el comunismo libertario. Supimos de aquella experiencia, pero de una forma un tanto ingenua. Nunca pensamos que saldríamos de Canarias y, menos aún, que conoceríamos a alguien de La Felguera. Sucedieron, obviamente, ambas cosas y hoy en día es una forma de seguir rindiendo tributo y reconociéndonos en las potencialidades de lo que sucedió en Asturias. CJ: ¿Cómo definirías vuestro catálogo? ¿Ensayo ficcionalizado? ¿Ficción ensayística? ¿Ensayo con gotas de ficción especulativa? ¿Especulación vestido de ensayo? ¿Todo lo anterior? ¿Nada de lo anterior? SR: No sé, la verdad es que tenemos muy clara nuestra línea editorial, pero al mismo tiempo editamos con cierta inconciencia. Quiero decir que publicamos lo que nos gusta, aquello que nos emociona e interesa, y esto sucede por sacudidas, planificadas, pero de forma casi mecánica. Lo más revolucionario es hacer las cosas por el placer de hacerlas y nosotros hacemos esto con este espíritu. Creemos que es algo importante. Quizás la ficción pura, la novela, sea el género que más nos cuesta pero eso cambiará tarde o temprano. Hay un gran número de nuestros libros que son resultado de un intenso y prolongado trabajo de investigación. Son libros de edición, que no existían antes, y no traducciones para publicarse en castellano. Ese camino es mucho más complejo pero creamos obras completamente nuevas, como un corpus que debería funcionar solo. Y eso nos gusta mucho. Un determinado tema se va armando, discutiendo, repensando hasta que adquiere un discurso propio, un sentido de unidad. Otros, sin embargo, se van quedando por el camino, y quedan en meras ideas. CJ: Dices que hacer las cosas por placer es algo revolucionario. ¿Te refieres al placer de Epicuro o al del hedonismo? SR: Casi siempre la solución más sencilla es la mejor. A veces damos por hecho que lo más simple, el deseo sin tamizar y expresado como una pulsión, una respuesta que nos empuja desde dentro, es algo común. Con frecuencia no es así. En el terreno del arte creo que lo más revolucionario es hacer las cosas por el placer de hacerlas. Es verdad que ya no existe posibilidad de caminar en la oscuridad y las pistas nos salen al paso, pero sería hermoso recuperar la capacidad de hacernos esa pregunta que dice “¿Qué sucedería si…?”. Sinceramente, la mayoría de las ocasiones los motores que nos empujan son de lo más banales. La política se convierte en terapia y el arte en un atajo para aumentar el ego. Hay que desandar ese camino y disfrutar del placer de contemplarse sin esnobismo, no sentir pudor y valorarnos, defendernos de eso que nos incita hacia la mercancía, el gesto vano y arrogante, la autocomplacencia. CJ: ¿Cómo puede subsistir en España una editorial que se dedica a publicar obras sobre temas oscuros, malditos e intocables, sobre lo que molesta, lo invisible a simple vista, lo oculto, lo desconocido, lo que incomoda, lo que se sale de lo “normal”? SR: Somos una editorial para grandes minorías. Jamás pensamos que publicar estas atrocidades bellas sería nuestro trabajo, porque no vemos la diferencia entre ese trabajo y nuestras vidas. Por eso nos sentimos bendecidos, sin duda, pero teniendo en cuenta que somos un reflejo de una comunidad inconfesable, que busca aliados y algo más importante: el juego nos encanta. Generalmente, si invitas a un desconocido a jugar, éste irá contigo de cabeza. Hace tiempo que surgió el debate sobre la contracultura. Antes, hablar de todo eso pertenecía a lo marginal, pero las cosas han cambiado. Nuestro secreto es intentar vivir abstraídos de eso y hacer las cosas que nos gustan, con cabeza pero con mucho corazón. Creo que la gente siente que no engañamos a nadie. Podemos ser un poco locos y a algunos le gustaría que fuésemos de otra forma, pero tras nosotros no hay misterio. CJ: ¿Se considera La Felguera uno de los portavoces de la contracultura en nuestro país? Si es así, ¿no resulta paradójico que utilice una forma tan convencional como la de una editorial para difundir su mensaje? SR: ¡No! Nada más lejos de lo que queremos y somos que considerarnos o perseguir ser portavoces de nada. Nos sentimos parte de una manera de ver el mundo compartida por mucha gente, esas grandes y bellas minoráis que resisten. Nosotros mismos hemos sido influidos e inspirados por tanta gente… es cierto que resulta extraño que lo hagamos desde una editorial, pero alrededor del 2009-2010, justo cuando decidimos disolvernos como Colectivo de Trabajadores Culturales, nos hicimos preguntas, a veces incómodas pero necesarias, sobre eso mismo, el parecer ser otra cosa o querer liderar nada. Quisimos dar un paso atrás, porque de pronto recibíamos muchos halagos cuando buscábamos hacer preguntas y abrir puertas. Comenzábamos a ser otra cosa, y nos disolvimos como grupo de agitación para concentrarnos en la labor editorial. Luego, como puede verse, la editorial se rebasa a sí misma. El surgimiento de Agente Provocador responde quizás a eso, al aprovechar esa empuje y ofrecer algo más amplio que una editorial a un público del que nos sentimos solidarios. CJ: Aunque La Felguera publique trabajos difíciles de clasificar, que no tendrían cabida en otro tipo de editoriales, y saquéis a la luz lo marginal y secreto, yo creo que, más que “revelar” en sí, lo que hacéis es reformular las mismas preguntas que acucian al ser humano desde ángulos nuevos y exponer algunas nuevas. ¿Qué opinas? SR: Es cierto, pero este creo que es algo habitual en el arte. Se trata de recomponer un mapa, porque lo importante no se decir algo sino como lo dices. Creo que fue André Gide quién dijo algo como “Todo lo importante ya se ha dicho, pero como cuando se dijo no había nadie escuchando hay que decirlo nuevamente”. CJ: ¿Qué es Agente Provocador? ¿Qué queréis conseguir con este proyecto? SR: Es un nuevo proyecto en el que nos hemos embarcado. Tras varios años publicando notas y pequeños artículos de creación propia, nos dimos cuenta de que poco a poco íbamos más allá de lo que se supone es una editorial, o sus límites. Me refiero a que hemos ido creando una comunidad a nuestro alrededor que agradecía que plasmásemos una visión del mundo del arte y la cultura, de la política y la vida en los márgenes, que tenía que ver con todo aquello que nos motiva. Tras escuchar a muchos amigos y amigas, decidimos dar ese paso. Agente Provocador es una revista física, en papel y, al mismo tiempo, una web que se actualizará a diario. CJ: ¿Puedes adelantar alguno de vuestros proyectos de cara a los próximos meses? SR: Publicaremos a Burroughs y Crowley y, en el segundo semestre, nos centraremos en nuestra propia historia acerca de fenómenos que han ido sucediendo en nuestro país y que era preciso reflexionar sobre estos. Miquel Codony
Beatriz García Guirado (Barcelona, 1983) es escritora y periodista. Ha publicado relatos en diversas antologías de cuento fantástico y es editora de la revista independiente Láudano. Con El silencio de las sirenas (Salto de Página, 2016), su primera novela, presenta una historia a medio camino entre lo onírico y lo psiquiátrico tan estimulante como arriesgada y desafiante. En SuperSonic le hemos preguntado por el origen de su novela y por su visión del género fantástico como escritora y como periodista cultural. Miquel Codony: En muchos sentidos tu novela es una novela muy poco convencional. ¿Qué inspiró El Silencio de las Sirenas? Beatriz García Guirado: Fue una mezcla de muchas cosas: por un lado, las historias de un amigo submarinista sobre los misterios que ocultaban las profundidades del océano, y también mi inmersión en el psicoanálisis de Jung, como paciente y, sobre todo, como arte-terapeuta. Pero, sobre todo, creo que el motor fue la sensación de naufragio existencial que tenía antes de la escritura del libro, mis propios demonios y la intuición de que había algo inconsciente en mi, un poco como el ‘yugen’ de los japoneses, una sombra inexplicable, que no me dejaba sacar la cabeza del agua y me asfixiaba. MC: ¿Fue un libro muy difícil de escribir? BGG: Sí, fue complejo porque en la novela hay tres capas de lectura que, de hecho, corresponden a las tres reescrituras que hice en tres etapas diferentes y tuve que armar y desarmar la estructura varias veces. Primero fue una aventura marítima, luego emergió un flujo de conciencia del protagonista, que recapitulaba durante páginas y páginas sobre su pasado y, finalmente, apareció la estructura como tal cuando empecé a aplicar las técnicas del psicoanálisis para entender y visibilizar cada símbolo de la historia y la psicología de Oless Svalbard. MC: Me parece un libro que induce a una lectura en clave (como mínimo) psicológica o incluso onírica. ¿Puedes revelar si al escribirlo has tenido influencias concretas de tipo literario o del campo de la psicología? BGG: Sí, claro. El psicoanálisis y todo lo que deriva del inconsciente colectivo, las sombras del ser humano y el poder que ejercen las relaciones de la infancia en nosotros está presente y, de hecho, no sólo es una influencia, sino que participa del juego que propone la novela: cómo lobotomizar un cerebro, dibujar cada extraña pulsión que puede conducirnos a la destrucción o a todo lo contrario. Y luego, por supuesto, referencias literarias hay muchas, pero porque son mis lecturas de cabecera: Robbe-Grillet, Pavic, Vonnegut... que, además, son escritores que se arriesgan, cuyas novelas divergen mucho de lo clásico y, en algún sentido insertan al lector en laberintos, lo retan. También era uno de mis objetivos. MC: También es un libro exigente con el lector, que le pide la complicidad de entrar en un juego narrativo determinado. ¿Le darías algún consejo a un lector que se enfrente “virgen” a tu novela? BGG: En la presentación de la novela en Barcelona, el escritor Francisco Jota-Pérez dijo algo que para mí es clave, y tiene mucha razón: la manera de disfrutar de El silencio de las sirenas es no intentar racionalizar cada página, leer con la mente limpia y con la voluntad de dejarse sorprender. El viaje que aquí se propone tiene que ver con el inconsciente, con esas nubes de irracionalidad e imágenes extrañas que es imposible que uno entienda sino es en la distancia. MC: Aunque esta es tu primera novela, no es tu primera obra publicada y tienes experiencia en el campo del periodismo cultural. ¿Cómo crees que ha influido eso en tu enfoque de la literatura? BGG: Hombre, las historias que uno a escrito antes y que nunca verán la luz influyen mucho, porque son parte de tu proceso de madurez como escritor; con ellas aprendes de tus errores, de tus miedos… vas entendiendo tus obsesiones y construyendo tu voz narrativa. Supongo que como todo en la vida, somos nuestras experiencias. Respecto a lo que mencionas del periodismo cultural, no creo que me haya influido mucho, sino es para conocer a otras artistas, escritores y también personajes peculiares con los que encuentras afinidad y te descubres a través de ellos. MC: Desde colectivos diversos (escritores, lectores, editores…) con actitudes de más o menos activismo del género fantástico, a veces se reclama una mayor apreciación del género fantástico por parte del público en general. ¿Cuál es tu valoración de la situación del género fantástico en relación con el panorama literario general nacional? BGG: Creo que hace unos años sí era un género marginal en España, pero hoy en día lo impregna todo; es decir, hay muchos autores que utilizan elementos de la literatura fantástica. Y creo que gracias al éxito comercial de autores extranjeros y sagas de éxito, cada vez se apuesta más por autores españoles, que en parte eso ha ayudado abrirles la puerta a un público más amplio. Comparto con los escritores y editores esta sensación de que es difícil llegar al gran público, porque, como en todos los campos, en la literatura todavía existen unas vacas sagradas algo oxidadas que dictan qué funciona y qué es o no es literatura, y cuesta que a un autor de género le hagan hueco en un suplemento literario, por ejemplo. Algo que encuentro realmente maravilloso de la literatura fantástica y la ciencia ficción es que hoy en día es la que mejor refleja el mundo en que vivimos; sin ir más lejos, Terry Pratchett, sus novelas son verdaderas críticas al sistema. El realismo puro se ha quedado corto para narrar ese universo extraño en el que vivimos. Por eso auguro un futuro brillante para el género (si alguien vuelve a meter a las vacas en el establo, claro). MC: Ciñéndonos a la literatura de género “no realista”, a menudo existe una discrepancia entre éxito de crítica (profesional o no) y éxito comercial. ¿Crees que es posible alcanzar un punto de equilibrio entre lo arriesgado y lo comercial? ¿Qué lugar ocupan (o cómo crees que pueden sobrevivir) las pequeñas editoriales independientes en ese contexto? BGG: Es difícil porque arriesgado y comercial no son sinónimos. Primero para las propias editoriales, que tal y como está el panorama tienden a apostar por tipos de libros que ya funcionan. Y luego también hay algo muy perverso y es la idea que pueden tener algunos grandes editores de que el lector es tonto de remate y que hay que explicárselo absolutamente todo. Ese afán de hablar de libros como si fueran botes de champú en el lineal de un supermercado mata cualquier tentativa de que una propuesta poco corriente llegue a un gran público. Y ahí entran las pequeñas editoriales, que tienen un papel importantísimo para dar salida a ese otro tipo de literatura. Pero, bueno, hay ejemplos de buenos escritores que han logrado compaginar el éxito de crítica y el comercial, aunque algunos murieron antes de saberlo… (Es broma). MC: ¿Y los autores auto-publicados? BGG: No domino mucho el tema, pero creo que a lo largo de la historia ha habido muchos buenos escritores que en algún momento u otro optaron por la auto-publicación. Es otro circuito más. Sin duda, Internet es una gran ventana, pero tener éxito de crítica y comercial cuando eres auto-editada es más difícil porque tú eres tu propio agente de prensa y debes ser muy activo en la redes, en las que hay demasiados autores y ruido, y promocionar tu obra con elegancia, sin que parezca maldito ‘spam’. No sé, me parece más difícil, aunque también me parecía casi imposible que una editorial se leyera mi manuscrito con la ingente cantidad de obras que reciben cada día. MC: Tengo la impresión, tal vez discutible, de que se está produciendo un relevo generacional (a nivel temático, de influencias, de estilos…) dentro del género fantástico nacional. ¿Crees que es así y puedes valorarlo? BGG: No soy una entendida en el tema, pero creo que las obsesiones de cada época son diferentes y también las influencias, porque la literatura se adapta a las inquietudes del momento. Percibo que a partir de los años 90 y, sobre todo ya entrados en el 2000, hubo un cambio y empezó a configurarse un género fantástico nacional sin tanta influencia de los autores extranjeros y también una suerte de hibridación entre los temas populares del género y esa otra cultura propia de la postmodernidad. Pero ya te digo, dado que el género es tan amplio, estoy generalizando muchísimo. MC: ¿Cómo crees que ha cambiado la dinámica editorial del género, si es que lo ha hecho, con la popularización de medios no profesionales (blogs, redes sociales, etc) en los que los lectores comparten sus opiniones de los libros? BGG: Es una de las mejores cosas que ha podido ocurrir y una fortaleza del género respecto a otro tipo de literatura. Primero porque hay muy buenos reseñistas y críticos muy especializados y un gran movimiento en las redes, y también porque el lector de fantasía y ciencia ficción es muy fiel y muy activo, que es algo que no ocurre con otra literatura más masiva. Creo que este diálogo que hay con los lectores, la sensación de pertenecer a una comunidad, es algo que hace que el género no sólo siga vivo, sino evolucionando. MC: Últimamente no hay premio literario vinculado al género que se salve de la polémica (por desigualdades de género, por falta de calidad, por falta de representatividad,...). ¿Te parece que los premios son importantes como elemento de orientación para el lector? BGG: Sinceramente, no lo sé. En teoría son un sello de calidad y una guía para el lector, sobre todo cuando el autor no es conocido. En mi caso, jamás he leído un libro porque haya ganado un premio u otro y tampoco es que me interesen demasiado los concursos. MC: ¿Cuales son, para ti, las cinco novelas (o autores, si prefieres) más importantes de la literatura fantástica en español? BGG: Hay muchísimos, porque también el género fantástico es muy amplio. Los referentes para mí Borges, Bioy Casares y Julio Cortázar, y luego autores, y sobre todo autoras, contemporáneos como Daína Chaviano o Angélica Gorodischer, que son brillantes y han marcado un punto de inflexión. Y también Pilar Pedraza, aunque escriba terror, es una de las mejores… MC: ¿Nos puedes adelantar algo sobre tus próximos proyectos? BGG: Ahora estoy trabajando en una historia un poco inspirada en la física y lo cuántico, incluso en su propia estructura. Por Cristina Jurado
Brandon Sanderson (Nebraska, 1975) es uno de los autores de género fantástico más prolíficos que existen actualmente. Graduado en inglés, y con un master en Escritura Creativa por la Brigham Young University, hoy en día es escritor a tiempo completo, podcaster (interviene en el podcast Writing Excuses) y enseña en la universidad. En sus años como estudiante fue voluntario en The Leading Edge, la revista universitaria de fantasía y ciencia ficción. En 2005 publicó la novela Elantris Elantris (Tor), una fantasía épica a la que seguiría la trilogía Mistborn con The Final Empire, The well of Ascension y The Hero of Ages (Tor). En 2007 salió al mercado su primer libro para niños, Alcatraz versus the Evil Librarians (Scholastic Press). El resto de las obras de esta serie -Alcatraz versus the Scrivener’s Bones, Alcatraz versus the Knights of Crystallia, Alcatraz versus the Shattered Lens (Scholastic Press) fueron apareciendo en años sucesivos. Su novela Warbreaker (Tor) fue publicada en 2009, y el año siguiente supuso el debut de la serie The Stormlight Archive, de la mano de The way of kings (Tor). En 2012 salió al mercado la novella Legion (Subterranean Press), al igual que The Emperor’s Soul (Tachyon Publications). El año siguiente Sanderson inició una nueva serie juvenil con The Rithmatist y, no contento con ello, publicó Steelheart (Random House Childrens Books), la primera obra de otra saga juvenil –The Reckoners-. 2014 fue el año en que apareció la secuela de Legion, titulada Legion: Deep Skin (Subterranean Press). En 2015 The Reckoners continuó con Fireflight (Random House Childrens Books) y fue elegido para concluir la serie The Wheel of Time series, que cerraría con A Memory of Light (Tor), el libro final, en 2013. Words of Radiance, la segunda novela de la serie The Stormlight Archive, saldría al mercado en 2014. Entre medias, Sanderson ha tenido tiempo de escribir la novella Infinity Blade: Awakening (Epic Games) y una secuela a la trilogía Mistborn, titulada The Alloy of Law (Tor). Calamity, publicada a comienzos del 2016, concluye la trilogía de The Reckoners. Tuve la oportunidad de asistir a los paneles y presentaciones que realizó durante el Emirates Literary Festival, en marzo de 2016, y conseguí entrevistarle. Aquí tenéis el resultado de nuestro encuentro. Cristina Jurado: Eres profesor de Escritura Creativa. Me gustaría saber si tu experiencia como escritor te ha ayudado en tu trabajo, lo ha influído o moldeado de alguna manera. Brandon Sanderson: Siempre es estupendo encontrarse con nuevos escritores, gente que está empezando. Sienten tanto entusiasmo por el negocio editorial, y algunas veces demuestran tanta inocencia… De verdad me ayuda leer lo que escriben y apoyarles, de la misma manera que a mí otros escritores me ayudaron cuando empezaba en esto. Es importante y claro que me influye. Escribir puede ser una tarea muy solitaria, en la que permanecemos sentados en nuestra habitación, solos, saliendo solo de noche. Doy clase únicamente una vez a la semana, por lo que salir, encontrarme con los nuevos estudiantes y leer lo que escriben, es una experiencia maravillosa. CJ: Hablemos de tu proceso creativo, algo muy personal de cada autor. Me fascina este tema y suelo preguntárselo a todo el mundo cuando los entrevisto. ¿Redactas un guión del argumento, utilizas tarjetas con información de los personajes y compones varios borradores o te pones a escribir directamente? BS: Soy muy de redactar guiones del argumento, porque me gusta saber a dónde voy. Suelo armar mi argumento de una manera muy curiosa: hacia atrás. Empiezo incluyendo lo que quiero que suceda en el libro, las experiencias emocionales. Mi guión no va por subtítulos con párrafos. Para nada. Lo que hago es que tomo una escena realmente interesante y busco formas en las que hago que funcione, y así sucesivamente con todas las escenas del libro. Después, escribo la historia del principio hacia al final, empezando en la página uno. No siempre me ciño al argumento. Si me desvío, paro, reconstruyo el argumento y le echo un vistazo. Entonces, vuelvo a la historia y avanzo un poco. Si hay algo que difiere del argumento, lo analizo e intento ver hacia dónde va, y reconstruyo el argumento. Es un proceso en plan “tira y afloja”, a lo largo de todo el libro y hasta el final. En el segundo borrador trato de resolver problemas graves, que siempre surgen. El tercer borrador es un pulido, en el que intento que el lenguaje no sea tan malo, porque el lenguaje del primer borrador suele ser terrible: demasiado “decir pero no mostrar” y un exceso del tiempo pasivo. Trato de arreglar alrededor de un diez porciento de todo eso. Entonces, envío el libro a mis lectores Alfa que son mi mujer, mi editor, mi agente y mi grupo de escritura. Mientras lo leen, habitualmente suelo trabajar en otra cosa. Cuando vuelvo al libro, hago una lista de los comentarios que han hecho los lectores Alfa y la organizo como una guía de revisión: las cosas más importantes, primero, y las menos, al final. Trabajando sobre estos comentarios elaboro el cuarto borrador. El quinto borrador es otro pulido, y después envío la historia a mis lectores Beta, que son fans, para que me den su visión como lectores. Un editor suele comentarte cosas como “Esto no funciona. Deberías hacer esto otro”, mientras que un fan, lo que busco es que me pase comentarios como “Hey, esto me gusta. Aquí me aburrí”, ese tipo de cosas. Después elaboro un ultimo borrador incorporando sus comentarios y las últimas notas que me haya pasado mi editor y ¡está terminado! Entonces se lo mando a la editorial. CJ: Entonces, ¿al menos escribes seis o siete borradores? BS: Sí, generalmente unos seis o siete. CJ: Ya has hablado sobre los autores de género que te han influido. Me interesan más los escritores fuera del género que te hayan podido influir. Creo que, en general, dicen mucho de un autor. ¿Cuáles son? BS: Oh, vaya… ¡Hay un montón! Diría que mi mayor influencia fuera del género es Los Miserables de Víctor Hugo, uno de mis libros favoritos. Me encanta el uso que hace de los personajes. Otro es Moby Dick y, en realidad, cualquier cosa escrita por Herman Melville. Me gusta su construcción de mundos. Sus obras parecen novelas de fantasía épica y las he revisitado para aprender a crear mundos. Luego está Sherlock Holmes para el argumento, por supuesto. [Conan Doyle] es estupendo. Y Jane Austen, para las relaciones. Puedes tomar algo de cada uno: creación de mundos, argumento, relaciones y, todo ello, unirlo a los personajes. Hay un montón de cosas maravillosas en lo que llamamos Literatura, a diferencia de la ficción de género, aunque no estoy seguro de que esa distinción sea muy útil. En esas obras hay muchos ingredientes que se sienten como fantásticos, aunque no lo sean. Uno puede aprender mucho leyendo fuera del género, aportando cosas que puede incorporar a lo que escribe. CJ: Ahora mismo, ¿qué obras fuera del género estás leyendo? BS: Las últimas cosas han sido de no-ficción, que suele ser muy útil para un autor cuando está buscando ideas, cuando está explorando. Leo bastantes libros de psicología. Why gender matters es uno realmente bueno. Cosas como Freakonomics, me fascinan. He leído hace poco un estupendo libro sobre Corea del Norte, a ver si me acuerdo del título… Nothing to envy. Se trata de entrevistas realizadas a Coreanos del Norte que han podido escapar. Esa ha sido una obra sensacional para descubrir y entender un mundo diferente. CJ: Me han pedido que te pregunte si mantienes una Wikipedia de Cosmere para evitar las contradicciones. BS: Sí. ¡Tenemos una! Has hablado de Wikipedia y nosotros utilizamos una Wiki que se llama WikidPAD. Es un programa open source y la fuente de toda la continuidad para Cosmere. Cada vez que termino un libro, se lo entrego a mi editor de continuidad –Karen- que se lo lee minuciosamente y añade todas las cosas en la Wiki. Peter, mi asistente editorial, lo repasa para ver si hay alguna contradicción. Generalmente hay una lista grande de contradicciones que necesito revisar, re-trabajar o cambiar. CJ: No sabía de la existencia de una página fan llamada 17th Shard. Conocía muchas otras páginas de fans, pero no tenía ni idea de lo bien organizada que está esta. Le eché un vistazo antes de venir. Es sorprendente la cantidad de información que mantiene y lo bien sistematizada que está. Has dicho que alguna vez la visitas y que tu asistente la consulta con regularidad. ¿Te influyen algo las teorías que elaboran? BS: Esto es peligroso porque, como fan de Wheel of Time, he leído todas las teorías de los fans. Como escritor, las considero una especie de “yo me lo guiso, yo me lo como”. Pienso que si cambias algo por la teoría de un fan, pones en peligro tu forma de crear elementos en la trama que permitan presagiar información. Tienes que tener mucho cuidado como escritor: los fans siempre van a hacer suposiciones, y terminarán averiguando las cosas. No te puedes sentir mal por ello, porque eso quiere decir que tu forma de crear esos elementos, funciona. Lo que sí sucede es que, a veces, los fans dicen cosas que despiertan mi interés y me hacen optar por una dirección interesante a la hora de construir mundos. Es como un “Oh, sí… debería estar pensando en esto”. No es tanto lo que dicen como los conceptos de los que hablan, lo que me empuja en alguna dirección. Entonces, ¿me influye? No tanto como la gente cree, pero un poco. CJ: Whitesand se va a publicar como novela gráfica. ¿Hay más proyectos en este formato? BS: Por ahora, este es el único proyecto de novela gráfica que tenemos. Pensamos en otros, pero queremos ver primero si a la gente le gusta, si se vende bien y si les interesa. Si es así, por supuesto haremos más. Por el momento, hemos guardado el resto de los proyectos semejantes hasta saber si este va a tener éxito o no. CJ: Hablemos de tu próximo libro que se va a publicar en español. ¿Qué opinas? ¿Te apetece ser uno de los invitados especiales en la BCon 2016 de noviembre? BS: ¡Me encanta visitar España! Mi mujer estudió allí y habla español. Fue el primer país al que me invitaron como escritor. Fui a Barcelona para dar el discurso en el premio UPC. Fue mi primer viaje en el que a alguien de fuera de los Estados Unidos le interesaba quién era yo. Por eso, me encanta volver a España. Intento ir cada uno o dos años. Me emociona que The Reckoners se publique en español, igual que Steelheart. Y estoy super-contento de ir a la convención en noviembre. Me alegra que el calendario haya coincidido, porque tengo que viajar a Italia justo antes, y al fin de semana siguiente es la Con en España. CJ: ¿Puedes contarnos algo solo para nuestros lectores, algo que nadie más sepa? ¡Solo para los lectores españoles! BS: ¡Oh, Díos mío! Solo para los españoles… ¿sobre The Reckoners? Déjame ver… algo que nadie sepa… Por ejemplo, ahora mismo, estoy escribiendo una novella, porque siempre lo hago cuando viajo en avión. Se trata de una novella de ciencia ficción titulada Snapshot, y nadie lo sabe todavía. |
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